image class="left" url="https://i.ytimg.com/vi/ph9dG1rOd7E/hqdefault.jpg"Los Abogados Que Luchan En Los Tribunales Por Migrantes Indocumentados Como Ellos
LOS ÁNGELES – Pasa todos y cada uno de los días preparando estrategias legales para ayudar a migrantes indocumentados a quedarse en el país. No obstante, en cualquier instante, la misma Lizbeth Mateo podría ser detenida y deportada.
Es una letrada migratoria que tiene su propio letrado en materia de migración.
Lizbeth, de 33 años, se juramentó como abogada de manera oficial en el primer mes del verano. Tras pasar años como persona indocumentada y en flagrancia abierta de las leyes migratorias, ahora es parte del sistema jurídico y espera representar a otros como ella que ingresaron a USA de manera ilegal.
El que California permita que Lizbeth pueda ejercer es una se las señales de la aceptación a la comunidad indocumentada en ciertas unas partes del país. Kevin de León, el líder del senado californiano, la llamó la personificación del sueño americano cuando encabezó la liturgia de juramentación de Lizbeth.
Ahora le toca ejercer en un instante delicado: Www.cheapmobilephonetariffs.co.uk/go.php?url=https://gressodesign.ru/bitrix/redirect.php?goto=https://cinemapolish96.bravejournal.net/post/2021/02/02/Embajada-De-Ee-Uu-En-Colombia las promesas del presidente Donald Trump, como la construcción del muro y los nuevos lineamientos de detención, han dejado claro que las personas sin papeles serán deportadas. Ciertos inmigrantes han preferido ocultarse y otros han regresado a sus países de origen, temerosos y frustrados. Otros más han decidido ni siquiera aventurarse.
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Lizbeth pertenece al grupo de quienes quieren confrontar a la administración, incluso cuando hacerlo acarrea riesgos personales. Es una defensora valiente, según varias personas; cita previa para solicitar nie otras, es una provocadora irresponsable que semeja estimar desafiar a los agentes migratorios a que la detengan.
"Veo de qué manera activistas que son respetados y considerados líderes de la comunidad arman un alboroto y considero que no es lo que precisamos en este momento", dijo Lizbeth, quien nació en el estado mexicano de Oaxaca. "El trabajo no deja que hagas un alboroto. Lo que necesitas es asegurarle a la comunidad que vamos a pelear. Al fin y al cabo, solo tenemos esa opción".
Otros dicen que ese papel no le corresponde. "Prometes que vas a proteger la Constitución de E.U. y al mismo tiempo violas las leyes que contempla", afirmó John C. Eastman, constitucionalista y exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad Champan en California. "Estás violando el juramento del cargo desde que lo tomas: eso es un enorme problema". Ira Mehlman, portavoz de la Federación para una Reforma Migratoria Americana (FAIR, por su sigla en inglés), conjunto que aboga por mayores limitaciones migratorias, concurre: "Si estás en el país de forma ilegal, no hay razón por la que deberías poder ejercer derecho".
Lizbeth es de las pocas personas indocumentadas en Estados Unidos que ha conseguido una licencia de abogacía y solo una de las que se especializa en derecho migratorio. Luis Ángel Reyes Savalza, quien la representa y también nació en México, es otra de esas personas.
California, Nueva York y Florida son los únicos estados que dan licencias a migrantes indocumentados a fin de que ejerzan derecho. No hay un estimado oficial de cuántas personas sin papeles trabajan como abogados, pero Luis Ángel afirma que conoce a una docena.
Para Eastman, los abogados indocumentados ponen en riesgo a sus clientes que son beneficiarios del programa de (DACA, por su sigla en inglés) por el hecho de que el gobierno de Trump podría retirar ese permiso en cualquier momento. En el primer mes del año, ya emitió una orden ejecutiva que amplía las definiciones de quién es un criminal; ahora incluye cosas como haber utilizado un número de seguridad social falso para trabajar. Y el Servicio de Inmigración y Aduanas ha dejado claro que ser de DACA no garantiza una protección legal.
"Si estás en el país de manera ilegal, no hay razón por la que deberías poder ejercer derecho".
Ira Mehlman, portavoz de la Federación para una Reforma Migratoria Americana
Personas como Lizbeth empezaron a identificarse en público como indocumentadas hace más de una década con la esperanza de que podrían forzar un cambio al contar sus historias. Múltiples conjuntos universitarios en California se juntaron con el nombre "" (Sueños que merecen ser escuchados) y apuntalaron el Dream Act, legislación que habría dado una vía para la ciudadanía a jóvenes indocumentados. Esta fracasó.
Sin embargo, la atención puesta en las contrariedades de jóvenes que habían llegado como menores de edad y no conocían más que su vida en Estados Unidos ejercitó presión para que el gobierno de Obama avalara DACA a fin de que los dreamers pudieran estudiar y trabajar. El futuro del programa bajo la administración Trump, particularmente después de que múltiples fiscales estatales republicanos han amenazado con demandar al gobierno si el programa no es retirado para otoño.
Luis Ángel y Lizbeth impulsan que se sostenga DACA, pero no desean solo eso. Asimismo argumentan que los migrantes que han cumplido sentencias en cárcel por alguna condena penal no han de ser blancos para la deportación y desean convencer a los gobiernos locales de que prevean más fondos para abonar los costos legales de los migrantes que enfrentan procesos de expulsión. "Quieren que estemos atemorizados", afirmó Lizbeth.
"La gente afirma que tiene miedo, mas no debemos ser invisibles", mentó durante un discurso ante estudiantes de la Universidad de California, Northridge, su alma mater. "Estás más seguro" cuando reconoces tu estatus, "cuando estás conectado a gente que va a saber si el ICE vino por ti en medio de la noche", agregó, usando la inicial en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Sin embargo, las acciones que ella califica como precisas son vistas por otros como descuidadas.
En dos mil trece, Lizbeth viajó a Oaxaca para visitar a familiares, aunque sabía que no tenía la visa para reingresar a E.U.. Cuando se presentó al cruce fronterizo, lo hizo acompañada de otros ocho estudiantes indocumentados poder entrar para solicitar asilo. Al final, Lizbeth pudo pasar, aunque fue detenida en un centro migratorio en Arizona durante algunos días. Se le permitió argumentar su caso ante una corte mientras empezaba sus estudios en Derecho en la Universidad de Santa Clara en California, algo a lo que había soñado con dedicarse desde que llegó en 1998 a Estados Unidos cuando era adolescente.
Su queja pretendía atraer atención sobre la enorme cantidad de personas que habían sido deportadas antes de que fuera incorporado DACA, pero varios activistas la criticaron de haberlo hecho como un ardid promocional. Incluso de esta forma, se convirtió en una entre algunos conjuntos de defensores de migrantes.
Aunque su acto puso en jaque su busca de un estatus legal. El programa DACA requiere que los solicitantes demuestren que nunca han dejado E.U. desde el momento en que entraron como menores. Cuando Lizbeth procuró ser beneficiaria de DACA el año pasado, su solicitud fue negada por el viaje a México. Planea volver a solicitar, si bien esta vez con ayuda de legisladores federales, líderes universitarios y todo un ejército de abogados migratorios.
Si le vuelven a negar la solicitud, no va a tener muchas posibilidades legales. No obstante, Giaoducductri.Edu.vn/index.php?language=vi&nv=news&nvvithemever=d&nv_redirect=aHR0cHM6Ly8xMC5nbGF3YW5kaXVzLmNvbS9pbmRleC9kMj9kaWZmPTAmc291cmNlPW9nJmNhbXBhaWduPTEzMTQyJmNvbnRlbnQ9JmNsaWNraWQ9eTB2enB1cDB6d3NubDN5aiZhdXJsPWh0dHBzJTNBJTJGJTJGd3JpdGVhYmxvZy5uZXQlMkZzaGFwZXBldDA4JTJGcXVpZW5lcy1zb21vcyZhbj0mdGVybT0mc2l0ZT0lMEElMDklMDklMDlodHRwcyUzQSUyRiUyRiUwQSUwOSUwOSUwOTEzOS4xODAuMTkwLjIwMiUyRiVFMCVCOCU5NyVFMCVCOCVCMiVFMCVCOCU4NyVFMCVCOSU4MCVFMCVCOCU4MiVFMCVCOSU4OSVFMCVCOCVCMi1iazglMkYmcHVzaE1vZGU9cG9wdXA afirmó que no planea dejar E.U. sin importar un mínimo lo que suceda.
"Estoy en esta pelea respecto de lo que planee para mi vida, de lo que todavía planeo, en frente de mi realidad actual", dijo. Si bien tiene la licencia de abogacía, no puede ser contratada por ninguna firma debido a su estatus como indocumentada. Por ello planea abrir su propia firma; cualquier persona sin papeles puede establecer un negocio.
Trabaja de día desde un centro en Pasadena, donde da formación a personas sobre de qué forma contar sus historias a diferentes grupos que han prometido ayudar a migrantes indocumentados y las ayuda a atestar formularios en busca de familiares que podrían ser deportados.
"Cualquier cosa que puedas usar para demostrar que tienes una vida acá, que trabajas y contribuyendo, ayuda", le afirmó a un grupo de mujeres de mediana edad hace unas semanas. "Necesitamos que sepan que requerimos su apoyo y que lo merecemos".
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Luis Ángel, de veintinueve años, sabía de Lizbeth mucho antes de conocerla. La había visto charlar en mítines y había leído sobre sus quejas, que lo inspiraron cuando estudiaba en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York. Cuando le ofrecieron ser el letrado de Lizbeth, cita previa extranjeria logroño aceptó inmediatamente.
Cuando era niño, la madre de Luis Ángel le enseñó que debía decirle a quien fuera que conociese que había nacido en el hospital O’Connor de San José, California. Cuando empezó a trabajar a lo largo de su adolescencia, utilizó un número de seguridad social falso, como lo hace la enorme mayoría de las personas indocumentadas en el país. Eso ahora es fundamento para la deportación.
Durante los últimos dos años, Luis Ángel ha trabajado en Pangea Legal Services, un conjunto sin fines de lucro en San Francisco que ayuda a defender a migrantes que enfrentan una posible deportación. Es un trabajo que Luis Ángel ve poco a poco más bastante difícil ahora que Trump comienza a cumplir con sus promesas de aumentar las expulsiones de migrantes.
Luis Ángel, quien es beneficiario de DACA, está preocupado por sus padres y deseoso de que cualquier llamada es la que le informará que fueron detenidos por agentes migratorios.
"Quieren que les diga que todo estará bien, pero no puedo hacer eso", dijo.
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Como letrado de Lizbeth, Luis Ángel es quien meterá el papeleo para su nueva solicitud de DACA, al paso que prepara los formularios para sus 2 hermanos más jóvenes, quienes deben renovar su permiso.
"Toda mi comunidad va a enfrentar cosas peores. Deseo proseguir representando a la gente. Y, si no puedo, voy a tener que organizarme para dar la pelea", afirmó Luis Ángel.